Antonio Nariño

(1765-1823)

Dirigente de la independencia de Colombia ​(Bogotá, 1765 - Villa de Leyva, 1823). Este criollo de ​familia acomodada estudió filosofía y derecho y ​obtuvo varios cargos de la que entonces se ​llamaba Santa Fe de Bogotá, capital del virreinato ​español de Nueva Granada. Reunió a su ​alrededor a un círculo de adictos al pensamiento ​ilustrado y liberal que procedía de Europa y ​Norteamérica.

En 1793 tradujo e imprimió la Declaración de Derechos del Hombre y del ​Ciudadano proclamada por la Asamblea Nacional de Francia en los inicios de ​la Revolución francesa, y poco después publicó varios panfletos con sus ​propias ideas revolucionarias; por todo ello fue condenado a presidio en el ​norte de África, pero consiguió escapar y refugiarse en París (1796).


Allí tomó contacto con la Revolución y probablemente se inició su adhesión al ​centralismo político y administrativo. Aquel mismo año se trasladó a Gran ​Bretaña, donde consiguió apoyo para un proyecto de sublevación ​independentista de las colonias americanas, en el marco de la guerra ​hispano-británica de 1796-97; fracasó en el intento de sublevar Venezuela y ​fue encarcelado (1797-1803 y 1809-10).


En 1810 estalló la rebelión independentista, aprovechando que la metrópoli ​estaba ocupada por el ejército de Napoleón; Antonio Nariño no pudo ​participar, pero se unió a los rebeldes tan pronto como éstos le liberaron. En ​las confrontaciones políticas, que enseguida degeneraron en guerra civil, ​Nariño representó la opción centralista frente a los federalistas, mayoritarios ​en el Congreso de las «Provincias Unidas de Nueva Granada».


Tras una campaña propagandística contra Jorge Tadeo Lozano, Nariño ​consiguió hacerse con la presidencia del Estado de Cundinamarca -la actual ​Colombia-, autónomo desde 1811; en 1812 fue derrotado, pero al año siguiente ​recuperó el control de Cundinamarca y la proclamó independiente. No ​obstante, dejó la presidencia para ponerse al mando del ejército que ​intentaba hacer frente al avance español desde el sur; los realistas le ​derrotaron en 1814 y le enviaron de nuevo preso a Cádiz.


Antonio Nariño permaneció en prisión hasta 1820, año en que el ​pronunciamiento liberal del general Rafael del Riego le devolvió la libertad. ​Volvió a América, donde Simón Bolívar le nombró vicepresidente de la recién ​creada república de la «Gran Colombia» (que agrupaba las actuales ​Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá); pero renunció después de que sus ​propuestas políticas fueran desestimadas por el Congreso de Cucutá (1821).